Las prestaciones para desempleados mayores de 55 años

Sin duda que detrás de todas y cada una de las cifras individuales que componen el número de desempleados en nuestro país, ese número que genera una tasa de paro que se ha convertido sin duda en el principal de los problemas y preocupaciones de nuestros conciudadanos, existen historias y realidades complejas, realidades complejas que se multiplican a partir de elementos como la edad, la duración del proceso de desempleo y las posibilidades de reinserción laboral relacionadas con ambos elementos.

El paro a los 60 años: prestaciones y subsidios

 

El desempleo, el paro, es un enemigo que no cesa, no se rinde. Pese a los buenos datos de contratación del año 2015, los datos del primer mes de 2016 vuelven a ser especialmente malos. El desempleo subió en 57.247 personas, lo que sumados a los que ya había hacen un escandaloso número de 4.150.755. No queda ahí el problema porque los cotizantes a la Seguridad Social han bajado en más de 200.000 personas, un recorte muy importante que no se veía desde 2013. Para completar esta lista de malas noticias que nos trae el nuevo año hay que explicar que sólo el 55,19% de las personas que están en el paro cobran alguna ayuda del estado, la tasa más baja desde el año 2001.

Paro de larga duración y los subsidios

Con todo ello, indudablemente, además del demoledor dato del paro juvenil, otra de las cuestiones preocupantes es el alarmante crecimiento del desempleo en mayores de 55 años, concretamente un desempleo que arrastra además la etiqueta de paro de larga duración de manera casi generalizada y unas dificultades de reinserción laboral obvias en un mercado como el actual. Pues a todo lo anterior debemos unir las nuevas trabas gracias a subsidios de desempleo que empeoran precisamente las condiciones de acceso a los mayores de 55 años como podremos observar a continuación.

Desde la primavera de 2014 pudimos ver publicadas oficialmente las medidas que vienen a buscar la potenciación de la continuidad en la vida laboral de las personas de mayor edad, lo que se debe conocer cómo envejecimiento activo, dentro de estas medidas se encuentra el hecho de la consideración de las rentas de la unidad familiar como conjunto a la hora de la posibilidad de solicitud de subsidios tras el agotamiento de la percepción de la prestación de desempleo. En un ejemplo; un desempleado de 60 años que ha agotado la prestación de desempleo no podrá acceder a subsidios de desempleo posteriores si la suma de las rentas de todos los integrantes del núcleo familiar (hasta ahora sólo computaban las rentas del propio desempleado) superan el 75% del SMI.

¿Qué es el subsidio?

El subsidio para mayores de 55 años consiste en una ayuda mensual de 426 euros que el trabajador en paro cobra hasta alcanzar la edad de jubilarse, momento en el que dejará de recibirlo para pasar a cobrar la pensión a que tenga derecho. Es el único de los subsidios en los que al mismo tiempo se sigue cotizando por jubilación. Hasta el año 2012 la edad para pedir este subsidio era de 52 años. Con la reforma laboral, se subió a los 55 años, que es la que está vigente en este año 2016.

Requisitos para cobrar el subsidio para mayores de 55 años:

  1. Estar en desempleo.
  2. Tener cumplidos 55 o más años en la fecha de agotamiento de la prestación por desempleo o del subsidio por desempleo.
  3. Estar inscrito como demandante de empleo durante el periodo de un mes y no haber rechazado oferta de empleo adecuada.
  4. Suscribir el Compromiso de actividad, también llamado las obligaciones de los parados.
  5. Carecer de rentas.
  6. Haber cotizado por desempleo un mínimo de seis años a lo largo de su vida laboral.
  7. Cumplir todos los requisitos, salvo la edad, para acceder a cualquier tipo de pensión de jubilación en el Sistema de la Seguridad Social, es decir, haber cotizado al menos durante 15 años.

La documentación necesaria

Antes de ir a la oficina del INEM a solicitar tu ayuda o subsidio, una vez que cumples los requisitos numerados anteriormente, debes tener en cuenta la documentación que tienes que aportar para que pedirla.

Impreso de solicitud(descargar en pdf) que incorpora la adhesión al compromiso de actividad, datos de la domiciliación bancaria, declaración de las rentas del solicitante y autorización para recabar información tributaria a la Agencia Estatal Tributaria.

Documento de identificación personal: DNI en caso de trabajadores españoles y pasaporte o tarjeta de identificación para extranjeros.

Certificado del Instituto Nacional de la Seguridad Social que acredite que reúne el período de carencia suficiente para acceder a una pensión contributiva de jubilación.

Además, si solicita el subsidio por ser emigrante retornado, liberado de prisión o ser declarado capaz por revisión de su situación de invalidez debe aportar certificado acreditativo de tal circunstancia.

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