Cosas que arruinarían tu entrevista de trabajo

Solemos insistir en que en el proceso de búsqueda de empleo todas las herramientas que utilizamos no dejan de ser medios para llegar a obtener dicho empleo, sin embargo, y siendo importantes todos y cada uno de los pasos que en este sentido demos, la entrevista de trabajo es sin duda el momento culminante previo a la obtención o no del empleo al que aspiramos.

Cualquier persona tiene muy claros algunos conceptos generales sobre lo que se espera de quien se presenta a una entrevista de trabajo, sin embargo, existen cuestiones que resultan simplemente irrenunciables y que pueden marcar la diferencia incluso cuando el resto de elementos puestos en escena la entrevista hayan resultado positivos.

entrevista de trabajo

 

La primera de estas cuestiones es sin duda la imagen.  En muchas ocasiones no se tienen cuenta este elemento del modo que debiera tenerse. La buena imagen, incluyendo por supuesto la ropa elegida para la entrevista, muestra una sensación positiva por nuestra parte hacia el empleo al que aspiramos y a la empresa que lo ofrece, además de ser un punto a favor desde la perspectiva de la primera impresión visual.

El segundo elemento básico que puede llegar a arruinar una entrevista de trabajo es la manera en la que nos comunicamos con quien realiza la entrevista. No se trata desde luego de ser un prodigio de comunicación a no ser de que resulte ser eso lo que el reclutador busca, pero sí de mantener un tono de comunicación coherente, procurando huir de la influencia de los estados de ánimo, y manteniendo un tono, sin caer en lo monótono, lo más constante posible.

Unido a lo anterior, y como último elemento básico que puede arruinar una entrevista de trabajo (aunque desde luego hay más) estaría la actitud que mantenemos durante la entrevista. Y decimos que resulta unido al anterior ya que obviamente actitud y comunicación van de la mano.

Se debe huir de la ansiedad, en general el entrevistador entiende que el entrevistado tenga nervios, y en sí mismo eso no es un punto negativo, sin embargo, un gran despliegue de nervios, de ansiedad, las interrupciones al entrevistador en sus exposiciones, las salidas de tono, un exceso de familiaridad provocado por los nervios, son elementos muy negativos en la valoración de una entrevista de trabajo, sin embargo, tampoco debemos irnos al otro extremo; un exceso en impostar una falsa confianza personal puede resultar en la composición de una caricatura de nuestro perfil.

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