Parece que poco a poco los derechos de los autónomos se van equiparando a los que lo trabajadores por cuenta ajena.
Las noticias favorables son que el Senado acaba de aprobar el proyecto de Ley que establece un sistema específico de protección por cese de actividad a los trabajadores autónomos.
Así, aquellos trabajadores por cuenta propia que hayan cesado su actividad a partir de 1 de enero de 2009 y no reciban ninguna ayuda económica, se pueden beneficiar de una prestación no contributiva de 425 euros mensuales durante un máximo de seis meses.
A pesar de esta nueva iniciativa, todavía son muchas las desventajas con el resto de trabajadores por cuenta ajena, pues esta prestanción dura la mitad que la del resto. Todavía parece que hay trabajadores de primera y de segunda, pues los autónomos deben tener los mismos derechos y encima aún trabajan más horas.
Esta prestación va destinada a aquellos trabajadores cuya media de ingresos familiares por persona no supere el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y que hayan cotizado en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos tres de los últimos cinco años.
El Gobierno deberá fijar las condiciones de acceso a esta ayuda en el plazo de tres meses. Todos estos logros se han producido gracias a algunas enmiendas lanzadas por los partidos políticos, como Convergència i Unió, que logró reducir de 18 meses a un año el plazo de espera desde el disfrute de esta prestación por parte de los autónomos.
La Federación Nacional de Trabajadores Autónomos, ATA, se muestra positiva con esta decisión que abre un mundo algo más halagüeño para este colectivo. Según Ata, todavía hay contradicciones en la aprobación de esta Ley, pues alguno socialistas comentan que la ayuda corre el riesgo de que los autónomos prefieran optar por quedarse con los 425 euros antes que cotizar.
El presidente de la organización de autónomos ATA, Lorenzo Amor, se mostró satisfecho con el texto salido del Senado y confió en el avance de estas prestaciones. Mejor tarde que nunca.